Vocación del blog
Este blog ha nacido con una clara vocación de servicio. Quiere ser un medio de comunicación y difusión de la profesión del Coaching como un auténtico y efectivo método para ayudar a las personas a descubrir sus talentos, conseguir sus metas y mejorar su rendimiento respetando su propio ritmo de crecimiento natural. Muchos os preguntaréis ¿Y cómo se hace eso? Desde mi perspectiva, ayudando al coachee o cliente a alcanzar su alineamiento personal y a veces profesional, ya sea deportivo o ejecutivo dentro de una organización o empresa. Y por qué no, a conseguir resultados extraordinarios. ¡Ese es nuestro reto!
Partimos de la base de que el “estado de fluencia” o de “estar en zona”, término que se usa en el mundo del deporte, difícilmente se puede alcanzar de una forma saludable sin antes conseguir el alineamiento de la cabeza, corazón y plan de acción que uno tenga o, dicho de otra manera, sin alinear las creencias, emociones y acciones para que sigan un mismo rumbo o dirección. Y ese alineamiento igual que ocurre con el técnico, táctico y físico también se entrena mentalmente a través del coaching y con algunas herramientas que aporta la psicología moderna como la PNL (Programación Neurolingüística) o la hipnosis Ericksoniana.
Teniendo en cuenta el hecho de que cada persona es única, la sesión de coaching suele ser mucho más profunda y transformadora cuando es individual que grupal aunque se puede conseguir de las dos formas, mediante herramientas y entrenamientos mentales diferentes.
Está demostrado que cuando una persona quiere conseguir alguna meta y acude a un coach para que le ayude y acompañe en su camino suele ser, en la gran mayoría de veces, por una falta de congruencia o alineamiento de alguno de esos tres elementos de los que el ser humano está compuesto. No se pueden separar muchas veces los pensamientos o creencias de las emociones a las que van vinculadas. Si uno piensa de una manera y actúa de otra suele salir algún boicoteador interno que te impide repentinamente avanzar en tu camino y no sabes ni de dónde sale ni por qué. Una persona que no está entrenada o acostumbrada a observar regularmente sus pensamientos, emociones y acciones de forma objetiva, que equivaldría a una especie de estado meditativo en la vida diaria, rara vez podrá por sí sola darse cuenta de qué le está frenando y por tanto, no puede saber cual sería la solución ideal al problema que tiene en mente.
El coach, desde mi perspectiva, le ayuda en esa dirección. Es ese facilitador que le hace de espejo, le muestra lo que desde su perspectiva no puede ver, le anima a luchar por sus sueños por lo que de verdad quiere conseguir, lo que le conecta consigo mismo y le hace feliz. Le facilita herramientas de desarrollo personal que le ayudarán a conseguir ese estado ideal de fluidez que procede del desarrollo interior hacia fuera, que le permitirá conseguir todo aquello que se proponga, incluso aquello que a veces parece imposible, pero sin embargo es alcanzable, si uno tiene la firme creencia que puede hacerlo y pone el corazón, el esfuerzo y los medios necesarios para hacerlo.
Tenemos muchos ejemplos de ellos en el mundo del deporte y en cualquier ámbito de la vida de personas que consiguen resultados extraordinarios. Recientemente, vimos en la televisión al austriaco, Felix Baumgartner, que ha conseguido un hito impensable al realizar con éxito un salto en paracaídas desde la estratósfera de la tierra a 39.000 metros y superar la barrera del sonido en caída libre sin paracaídas. Este es un caso extremo pero en cualquier caso un ejemplo de que, si uno cree que puede y pone los medios apropiados para conseguirlo, tiene muchas posibilidades de conseguirlo con éxito.
Contamos con otros casos más cercanos en nuestra isla de Malloca, sin ir más lejos, que son un claro ejemplo de fortaleza mental y superación como es el caso de Rafa Nadal. Me llamó gratamente la atención la entrevista que le hizo recientemente Ana Pastor a Rafa para la CNN. Al preguntarle cómo vive él la crisis y las recientes protestas populares, ésta fue su respuesta: “Para salir adelante, desde mi punto de vista, sólo hay un camino. Lo primero de todo es querer hacerlo…”. “Si desde ahí (aceptando la realidad a pesar del descontento manifiesto o dificultades reales) cada día, te levantas pensando que la situación la vas a cambiar, por un lado o por otro, encuentras una solución. El problema es querer hacerlo y cuando digo “querer hacerlo” es hacer todo el esfuerzo necesario para llegar a tu objetivo, éste es mi punto de vista. Y entiendo que en muchas situaciones se hace muy complicado ver las cosas de esta manera… Pero la realidad es que la única forma de salir de esa situación quizás, es con el trabajo y la actitud necesaria para salir de ella”. Este es un claro ejemplo de superación personal y un modelo de actitud positiva que es necesario tener para poder superar cualquier tipo de adversidad y salir reforzado de ella. ¿Te animas a intentarlo? Desde aquí, te invitamos a compartir nuestro lema que dice que “No hay nada Insuperable” en esta vida, ¡claro! Y sobre todo, ¡conservar siempre el sentido del humor! Con él todo se lleva mejor.