La Vendée Globe 2012-13: una historia de sueños, pasiones y motivación al 100%
Coaching: claves de la motivación y el alto rendimiento deportivo
Una vez concluida la regata más dura de navegación oceánica de vuelta al mundo sin escalas ni ayuda técnica, La Vendée Globe 2012-13, en la que este año ha participado el regatista oceánico mallorquín, Bubi Sansó, con otros veinte navegantes solitarios más, mucha gente se sigue preguntando: ¿Qué es lo que motiva a estos navegantes solitarios a participar en la prueba deportiva más dura del planeta a vela? De otros se escucha comentar en voz alta “¡Qué bárbaros!, ¿están chalados o son de otro planeta?”. Les cuesta comprender su motivación más profunda y qué es lo que les impulsa a aguantar tres meses navegando sin parar, contra viento y marea, durmiendo menos de cuatro horas diarias en muchos casos o sin dormir algunos días para conseguir que el barco navegue al máximo de su capacidad y velocidad y además mantener o subir su posición en el ranking de la regata.
Salieron veinte barcos de la misma clase IMOCA, de 18 metros aproximadamente cada uno, y solamente llegaron once a la meta en Francia, en concreto al puerto de Les Sables d´Olonne. ¿Qué es lo que realmente impulsa a estos deportistas de alto rendimiento, que es lo que son en realidad, a someterse a pruebas tan extremas en el mar y poder mantener ese nivel de competitividad? Hace años que sigo estas regatas desde que participó Jose Luis de Ugarte y he seguido ésta especialmente muy de cerca, y desde mi punto de vista, he sacado algunas conclusiones que quiero compartir con vosotros.
El 10 de noviembre de 2012, día en que zarpaban los veinte barcos del puerto de Les Sables d´Olonne, las cámaras de televisión enfocaron a una pancarta del público francés que decía “Faites nous rêver” que quiere decir “Hacernos soñar”. Y en definitiva, de esto es lo que va esta regata, desde mi punto de mi vista y desde el punto de vista del coaching como un nuevo método de entrenamiento mental de las personas. Se trata de realizar y compartir un sueño que tiene que ver con la pasión por el mar. Y la pasión justamente, no es otra cosa que es el amor por algo o por hacer algo, es lo que nos mantiene vivos y la mayor y más potente fuente de motivación del ser humano. El amor por algo o alguien pasa por encima de los miedos que paralizan a la gente y que les impide conseguir sus sueños. Es justamente lo que, desde mi mapa, mueve a estos navegantes a ponerse a prueba y superar sus límites para conseguir sus sueños y en algunos casos, demostrar “una idea”, como es el caso del único navegante español en la regata francesa, Javier o ´Bubi´ Sansó.
En este video, que podéis ver aquí, Bubi Sansó comenta por qué ha querido hacer esta regata tan dura. Dice que es “mi sueño” desde que empezó a leer libros de navegantes solitarios con catorce años y porque quiere “poner a prueba una idea” que consiste en dar la vuelta al mundo en un barco pionero en su clase porque no consume energías fósiles solo energías renovables, el Acciona, 100% ecopowered. El barco lamentablemente perdió la quilla y volcó cuando le faltaban sólo unos días para llegar a la meta y Bubi tuvo que ser rescatado cerca de las islas Azores por la fuerza aérea portuguesa. Sin embargo, la idea ha quedado demostrada y Bubi ha conseguido probar que se puede dar la vuelta al mundo en un barco propulsado solamente con energías procedentes del sol, viento y agua. Y eso ya es algo extraordinario y solamente por eso ya le ha merecido la pena hacerlo. Como ha resaltado en una entrevista de radio a su vuelta a Mallorca, “no hay dos sin tres” y Bubi se siente de nuevo con la motivación y energía suficiente para hacerla de nuevo por tercera vez, como han hecho varios de los participantes de esa regata que han participado ya varias veces, ya sea porque no llegaron en ediciones anteriores o porque quieren mejorar su resultado en la clasificación. Es el caso de Alex Thomson, Armel Le Cléac´h, Jean Pierre Dick, Jeam Le Cam, Samantha Davies, y demás. Aquí es donde entra en juego el reto o desafío personal de cada uno también que es lo que les impulsa a ser competitivos y exigentes con ellos mismos primero, superar sus propios límites para poder competir con los demás navegantes.
Tanto el ganador francés, François Gabart, el más joven de la historia de esta regata y además era la primera vez que participaba en la Vendée Globe, como el último de la clasificación el italiano, Alessandro di Benedetto, que llegó 16 días más tarde que François, hacen mención al llegar a tierra a la “fascinación” y “pasión” que sienten por hacer esta regata como el motor de su fuerza para llegar a la meta. Dicen que, la gente que la hace y que la sigue, es gente apasionada y compartir eso con todos esos seguidores a nivel mundial les motiva todavía más. Las primeras palabras de François Gabart en una entrevista nada más llegar a puerto fueron “es increíble lo que el cuerpo humano y un solo hombre puede llegar a conseguir en un barco”. Tanto François como otro navegante francés, Tanguy de Lamotte, comentaron que han visto muchas cosas bonitas y descubierto muchos aspectos de sí mismos que desconocían. Destacan que los límites humanos son realmente impredecibles y que están sorprendidos de lo lejos que uno puede llegar. “Si he podido hacer soñar a la gente mientras realizaba mi propio sueño, eso es lo que importa”, dijo Tanguy al llegar.
Quisiera compartir con vosotros estas reflexiones: ¿dónde están nuestros límites y pasiones? ¿Hasta dónde nos atrevemos a llegar? ¿Cuál es nuestra fuente de motivación? E incluso ¿te atreves a soñar? Este es el primer paso. En esta regata todo empezó por un sueño. Mediante el coaching deportivo en definitiva lo que hace un coach es ayudar a los deportistas a conseguir el alineamiento entre lo que piensan, sienten y hacen con su sueño para poder así conseguir los resultados extraordinarios que consiguen. O preguntaréis ¿ y eso cómo se consigue? mediante el entrenamiento de aspectos psicológicos y emocionales de la persona que complementa al entrenamiento físico, técnico y táctico que ellos ya tienen.